David Ferrer alcanzaba hace unas horas la finalísima de Miami tras vencer a Tommy Haas en un partido que siempre tuvo cuesta arriba. El de Hamburgo se ponía por delante en el primer set tras ganar tres juegos seguidos después del 2-2 (rompiéndole el saque dos veces al español). Ferrer empezó haciendo un tenis muy malo: golpes sin precisión y poco calibrados, sin apretar al rival... parecía dormido y daba muchas facilidades. Tuvo que recurrir en exceso a los segundos saques y acumuló demasiados errores no forzados, algo inusual en él. Con el 5-2 David le rompió el saque a Haas (tras ir 0-40 abajo y disponer de seis bolas de break) y ganó su siguiente servicio, pero Tommy sentenció con un 6-4 la primera manga justo cuando el de Jávea se soltaba y comenzaba a dar golpes más contundentes.
Con el alicantino más activo y con más confianza comenzó el segundo set. Ferru encontraba su juego y sus buenos restos de siempre, lo cual le sirvió para no perder su servicio en el primer juego tras la reanudación. Su mirada, su expresión y sus movimientos eran distintos. Haas comenzó a dudar y ganaba con mayor dificultad sus servicios mientras que David gozaba de más comodidad con su saque. Con el 3-2 en el electrónico, Haas sacaba para empatar sabiendo que si llegaba al 4-4 podría darle el zarpazo definitivo a Ferrer. El alemán sabía que tenía que evitar el tercer set a toda costa. Esos nervios le atenazaron y David le rompió el saque y no dejó que su rival volviera a ganar ningún juego más en todo el set (2-6), el español movió a su rival por toda la pista con sus golpes para forzar el desempate.
Con el partido lleno de emociones y Ferrer dependiente del juego que realizaba Haas, seguía la contienda en el tercer set. Nada más comenzar el de Hamburgo le rompía el saque al español. No obstante David conseguía el contrabreak a continuación, era consciente de que si Tommy se alejaba consolidando su ventaja no habría forma de remontarle. El de Jávea comenzó a enchufar grandes puntos y a alejar al alemán para evitar sus bolas letales. Ese juego fue muy largo y parecía que lo iba a perder el español, ya que en los momentos claves la suerte no le acompañaba tampoco.
De nuevo Haas iba a convertir una bola de break para ponerse por delante 2-1 y consolidar su ventaja en el siguiente juego con el 3-1. Pero si algo caracteriza a nuestro tenista es que es el mejor en salir de circunstancias adversas del circuito. Con Tommy un poco más relajado, siguió al acecho y no le dejó volver a ganar un solo juego. Volvió a empatar el alicantino el encuentro y su rival empezó a precipitarse, perdió el norte en los momentos de máxima tensión y el de Hamburgo comenzó a jugársela hasta en los segundos saques huyendo del peloteo. Una doble falta fue el último punto del partido de Tommy, pues Ferrer cerró con un juego en blanco el partido con el definitivo 3-6
Así, David le ha ganado a un Haas que venía en línea ascendente tras ganarle al número uno en octavos. La final será el domingo a las 17.30 contra Murray (su encuentro contra Cilic fue un auténtico partidazo de ambos) que ha derrotado Gasquet (que venció a Berdych en el duelo de reveses) 6-7, 6-1, 6-2. El sábado es la final femenina y enfrentará a Sharapova y a Serena.
El favorito, visto el juego desplegado, es Murray, pero el trofeo hay que ganárselo en la pista. Ferrer buscará ser el primer español en ganar este Masters 1000 y aumentar su palmarés con su segundo trofeo de este nivel (algo que a muchos nos parece incomprensible viendo su calidad). Si bien David volverá a ser cuarto el lunes en el ránking ATP pase lo que pase, Andy necesita ganar la final para ser número 2 desplazando al tercer lugar a Roger.
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