El duelo entre Rafa y Fabio de esta tarde ha sido muy espeso. El partido invitaba a hacer la siesta más que a permanecer agarrado al sillón. Perdió el que más errores no forzados cometió.
Fognini se puso dos veces por delante en el marcador en el primer set y Nadal consiguió empatarle en ambas ocasiones para forzar el tie break. Parecía que el partido iba a seguir el patrón de los últimos dos encuentros del de Manacor en París, e iba a tener que remontar el primer set. Pero no fue así, esta vez sí ganó la primera manga tras imponerse en la muerte súbita. Al final de la misma pudieron verse los mejores puntos del partido, lo cual parecía indicar que el partido iba a subir su nivel en el segundo set. Nada más lejos de la realidad.
El italiano se repuso y siguió jugando muy bien a tenis, conectando unas derechas impresionantes. El problema es que, como el balear, alternaba puntos buenos con puntos infames. El sopor de las gradas fue disipado por un momento cuando, cabreado por su mala suerte, Fabio lanzó su raqueta al aire para patearla en su caída. Fognini proponía y llevaba de un lado a otro a Rafa, pero la cabeza del español -ya se sabe- le hacía permanecer sólido y por delante en el marcador.
El saque de Nadal fue bastante malo durante todo el partido y a la hora de cerrar el encuentro perdió tres juegos seguidos. Al final 7-6(5), 6-4, 6-4. Si bien es cierto que por la mala organización del torneo, Rafa ha jugado dos días seguidos y su contrincante estaba más descansado, mucho tiene que mejorar el español si quiere conquistar su torneo favorito por octava vez.
Ferrer por su parte ha aplastado a Feliciano, y Robredo y Almagro se toparán en octavos. Nole no está dando tampoco su mejor versión y Federer ya se sabe que estas no son sus pistas. Sin duda el mejor colocado a día de hoy es Ferrer. ¿Veremos una final española David-Rafa? Yo apostaría por ello. La segunda semana de competición siempre transforma al manacorí y aparece con su mejor versión.
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